El festival Love To Rock enamoró a los asistentes con la vuelta a la normalidad
Sus retos
Controlar el aforo del recinto para proporcionar seguridad.
Optimizar la experiencia del usuario.
Obtener información del comportamiento de los asistentes.
Facilitar los pagos con sistemas cashless.
Enfoque IDASFEST
El festival Love To Rock se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes de la música en vivo. Su reto fue mayúsculo: Love To Rock fue el primer gran evento de otoño en la ciudad de Valencia que se celebraba tras la crisis sanitaria de la COVID-19. Por lo tanto, la digilitalización y la seguridad eran dos piedras angulares sobre las que se sostenía el festival a nivel organizativo. En ese sentido, IDASFEST aceptó el reto de garantizar la seguridad de los asistentes con tecnología que hizo que la vuelta a los eventos en directo fuera positiva.
Uno de los elementos críticos era el control de aforo, ya que la pandemia ha generado la necesidad de tener controlados a los asistentes para garantizar que el número de personas de aforo no se sobrepase en ningún momento. En Love To Rock tuvieron claro que era uno de los aspectos más importantes a la hora de planificar la seguridad del evento.
Pulseras cashless en Love To Rock
Otro de los retos que se propuso Love To Rock fue el de obtener información estadística de todo lo que ocurría en el evento: desde los propios accesos a los datos de consumo en las barras. Todo ello sin perder de vista otro de los aspectos que diferencia a Love To Rock: la experiencia de los asistentes.
De esta forma, el festival apostó por las pulseras NFC para la generación de información en tiempo real gracias al uso de las pulseras para prácticamente todos los procesos operativos dentro del festival.
En primer lugar, estas pulseras contaron con el volcado de datos de la información de las entradas al vincularlas. Así, las pulseras contenían la información de los asistentes para poder identificarlos en cada momento y poder conocer si tienen permisos para realizar diferentes acciones (por ej. acceder a una zona VIP), así como también para obtener información más desagregada.
El festival Love To Rock contó también con el servicio de cashless payment, que permitía a los asistentes cargar sus pulseras con saldo para poder consumir dentro del evento. Esta tecnología proporcionó dos ventajas diferenciales clave: una mayor experiencia de usuario y un mayor control de la información en las barras para la organización.
A nivel experiencia de usuario, esta tecnología ayudó al festival a que sus asistentes pudieran consumir en barras sin prácticamente hacer cola, ya que el sistema cashless convirtió al Love To Rock en un evento rápido y seguro. Esto también se notó en los accesos al recinto.
Por otro lado, ayudó a la organización a disponer de una información en tiempo real que antes no disponía, lo cuál le permitió desde poder conocer el estado de stock en cada barra hasta cuáles estaban siendo los hábitos de consumo de sus asistentes.