La innovación fue un componente esencial en esta edición
El Iboga Summer Festival, celebrado a finales de julio en Tavernes de la Valldigna, incorporó en esta edición la última tecnología de IDASFEST para situarlo a la altura de los grandes festivales de España. Al ritmo de la mejor música Balkan, Gypsy, Ska y Reaggue, entre otros estilos, se movieron las pulseras de los asistentes durante 5 días, pulseras que fueron utilizada para el cashless payment, acreditaciones, el acceso y el control de aforo del recinto gracias a IDASFEST. Y es que las pulseras, aunque son un bonito recuerdo que seguro muchos guardan para siempre, incorporaron grandes funcionalidades.
El cashless payment fue una de las grandes novedades, a nivel de innovación, que Iboga quiso que integraran las pulseras. Con este sistema, los asistentes pudieron cargar su dinero en la pulsera y olvidarse del dinero en efectivo. Todos quedaron encantados con un sistema que redujo las colas y le permitió aprovechar las promociones lanzadas previas al festival. Aproximando su pulsera cashless al terminal del camarero, la consumición estaba pagada. Todo un avance para un festival que quiere ser referencia.
Por otro lado, la incorporación de la tecnología de IDASFEST no quedó solo ahí, sino que también permitió las acreditaciones, el control de acceso y de aforo. Este último punto es fundamental, pues es obligatorio por ley contar con sistemas de control de aforo para garantizar la seguridad de los asistentes.
En resumen, IDASFEST y sus servicios garantizaron la seguridad de los asistentes sabiendo en cada momento el número exacto de personas en el recinto con el control de aforo y contribuyeron a modernizar el Iboga Summer Festival, enriquecer la impresión del asistente y ponerlo a la altura de los festivales europeos más grandes.
