Para el control de afluencia en eventos son 3 las herramientas más utilizadas
El control de aforo en eventos es una herramienta fundamental por diferentes razones: desde el por la propia seguridad, hasta por toda la información que permite al organizador conocer (cuáles son los picos de aforo, qué artista me ha congregado más público, cuáles son las horas con menos afluencia...) para tomar decisiones tanto en tiempo real como en ediciones posteriores del evento.
Además, y como se ha comentado en otros posts, en parte de las comunidades autónomas de España contar con sistemas de conteo de personas en eventos es una obligatoriedad legal. Comunidad Valenciana, Catalunya, Canarias o País Vasco son algunos de los territorios donde es obligatorio contar con estos sistemas. De hecho, existen ya antecedentes de sanciones económicas, que pueden alcanzar los 700.000 €, por no contar con sistemas de control de afluencia en festivales.
Y es que no contar con sistemas de control de aforo en tiempo real para eventos es una total irresponsabilidad, sea obligatorio por ley o no, ya que se trata de una herramienta que debe ser indispensable por civismo y ética, al estar en juego la integridad de tantísimas personas. Por eso, debe ser innegociable el control de aforo en festivales, conciertos, eventos lúdicos, deportivos, populares...
Bien, una vez clara la importancia de contar con estos sistemas de conteo de personas en festivales y otros eventos es necesario conocer qué modalidades hay.
Las principales herramientas para el control de aforo en eventos
Clicker electrónico
El clicker electrónico es una herramienta que permite medir el aforo en función de las veces en las que un operario pulsa tantas veces el botón de entrada como personas acceden al recinto, y lo mismo con las salidas.
Esta opción no es recomendable para controlar el aforo de un recinto dado el altísimo porcentaje de error que conlleva al depender totalmente de que un operario esté pulsando el botón, por lo que las probabilidades de error, dado el fallo humano, se multiplican.
Dispositivos mecánicos
Los dispositivos mecánicos son fundamentalmente aquellas herramientas que no precisan de ningún tipo de intervención humana, sino que por ellos mismos se encargan de realizar el conteo de personas. Hablamos, principalmente, de cámaras para el control de afluencia. Estas cámaras pueden ser térmicas, ópticas o 3D. Sea cual sea la modalidad, funcionan midiendo la afluencia de personas que pasan por delante de las mismas, sin necesidad de entorpecer la entrada de las personas.
Esta opción para el conteo de personas puede ser contemplable si el evento es gratuito, ya que no es necesario verificar cada vez que la persona quiere acceder o salir del recinto. Pero hay que tener en cuenta que cuenta con algunas desventajas como que no es un sistema de control de afluencia 100% preciso, ya que tiene un margen de error de entre el 10-20%.
Lectores
Los lectores son la solución total para el control de aforo en eventos. Esta herramienta basa su funcionamiento en la lectura de identificadores unipersonales (por ejemplo, pulseras en festivales) tantas veces como accede o sale del recinto un asistente.
Se trata de la opción más recomendable porque el porcentaje de acierto es del 100% y porque permite, incluso, conocer qué persona concreta entra o sale del recinto y en tiempo real. Esto permite obtener información completa del evento, así como trazabilidad de cada asistente (si fuera necesario) o, incluso, segmentar esa información (mayores de X edad, de X sexo, de X nacionalidad...).
Su acierto del 100% permite generar información fidedigna a la realidad en tiempo real, lo que supone que el promotor puede conocer de forma precisa qué es lo que ocurre en su evento y tomar decisiones consecuentemente. Además, esta modalidad es completamente integrable con otros servicios tecnológicos como el cashless payment o pago por pulsera, muy utilizado en festivales, ya que con la misma pulsera que se realiza el control de aforo en un festival, se puede pagar en barras. Con ello se obtiene. ya no solo Big Data de afluencia de público o tiempos de estancia, sino también de consumos.